Por qué deberías invertir en unas buenas gafas de sol para tu hijo o bebé, te lo contamos en este artículo.
Protección de los ojos
Al igual que protegemos la piel de los niños y bebés del sol con cremas solares, también debemos proteger sus ojos de los rayos ultravioleta (UV). A una edad temprana, los ojos aún se están desarrollando y el cristalino del ojo deja pasar los dañinos rayos UV a la retina. Además, los bebés no tienen el reflejo de cerrar los ojos cuando hay mucha luz, por lo que hay que protegerlos a toda costa. Sin unas buenas gafas de sol con protección total contra los rayos UV400, pueden producirse lesiones como queratitis o quemaduras en la córnea. Los síntomas más visibles son el enrojecimiento, el dolor o la fotofobia. A largo plazo, la exposición a los rayos ultravioleta puede provocar patologías graves como la degeneración macular (DMAE) o las cataratas. Hay que tener en cuenta que la madurez no se alcanza hasta los 25 años, por lo que son imprescindibles las gafas de sol con un filtro solar del 100%.
Lo que debemos buscar antes de comprar unas gafas de sol es que tengan protección UV400, que es la máxima protección disponible. Todas las gafas de sol Kiddus tienen protección UV400.
¿Categoría 3 o 4? ¿Qué significa eso?
No tiene nada que ver con la protección contra los rayos UV. La categoría se refiere a la opacidad, es decir, a la cantidad de luz que deja pasar la lente. Si se elige una categoría baja (de 0 a 2), es fácil deslumbrarse en los días soleados. La categoría más común es la 3, que es adecuada para condiciones de mucha luz, es decir, las que podemos encontrar en un día soleado. En condiciones extremas, como las que se dan en la alta montaña o en la playa y el mar, es más recomendable la categoría 4, ya que reduce en más de un 90% la cantidad de luz que llega a nuestros ojos.
En Kiddus utilizamos mayoritariamente la categoría 3 ya que es la más común y la que se utiliza en más del 90% de las gafas de sol para niños y adultos. En nuestras gafas de sol BABY PREMIUM sólo utilizamos la categoría 4. Son adecuadas para la nieve, el mar o en casos de fotosensibilidad.
¿Polarizadas? ¿Sí o no?
Unas gafas de sol polarizadas sirven para atenuar el deslumbramiento y los reflejos producidos por los rayos del sol en el mar, la nieve y también en superficies como el cristal, el metal u otras superficies que puedan tener un efecto espejo.
No hay que confundirlo con la protección solar. Ya hemos dicho que el protector solar es el que bloquea los rayos ultravioleta, que son de los que debemos protegernos. Esto es esencial. Hay que tener claro que una lente no polarizada con protección UV400 nos protege perfectamente de los efectos nocivos de la radiación UV.
Las lentes polarizadas, en cambio, pueden aportar más comodidad en determinadas situaciones porque evitan el deslumbramiento. También reducen la fatiga visual, aumentan el contraste y hacen que los colores sean más vivos.
Conclusión
Es esencial que las gafas de sol tengan protección solar UV400. Un nivel de reducción de la luminosidad de categoría 3 debería ser suficiente en la mayoría de los casos. El hecho de que sean polarizadas o no depende del uso previsto.