Ansiedad Infantil: Todo lo que Necesitas Saber 2024
Ansiedad Infantil: Todo lo que Necesitas Saber 2024
La ansiedad, un término que escuchamos cada vez más hoy en día, es una respuesta natural del cuerpo al estrés o a situaciones percibidas como amenazantes, caracterizada por sentimientos de miedo, ansiedad o preocupación. Es cuando se vuelve persistente o desproporcionada, interfiriendo en la vida diaria y requiriendo tratamiento. La ansiedad infantil no varía mucho de esta y en este post te contamos qué es exactamente, los diferentes tipos de trastornos de ansiedad, sus causas y te ofrecemos estrategias prácticas para calmarla y evitar errores comunes en su manejo.
¿Qué es la ansiedad infantil?
La ansiedad infantil es una respuesta emocional natural y adaptativa a situaciones peligrosas o estresantes. Todos los niños, en algún momento de sus vidas, experimentan miedo o preocupación ante nuevos retos o acontecimientos desconocidos, como empezar el colegio, hacer amigos o afrontar cambios importantes en su entorno. Sin embargo, cuando estos sentimientos se vuelven excesivos, persistentes y desproporcionados con la situación, interfieren en sus vidas, indicando la presencia de un trastorno de ansiedad.
Los niños con ansiedad no sólo se sienten preocupados por acontecimientos aislados, sino que tienden a anticipar lo peor en una variedad de situaciones.
Tipos de ansiedad infantil
Debido a sus múltiples posibles causas y a la complejidad de la psicología infantil, no existe un solo tipo de ansiedad infantil, sino los siguientes tipos:
Trastorno de ansiedad generalizada o TAG
Los niños con TAG experimentan una preocupación excesiva por diversos aspectos de su vida diaria, desde su rendimiento escolar hasta la salud de sus seres queridos, a menudo por cuestiones muy menores. Esta preocupación es persistente y difícil de controlar, incluso en situaciones normales o no amenazantes.
Ansiedad por separación
Este trastorno es común en niños más pequeños y se manifiesta como un miedo intenso a ser separados de sus padres o cuidadores. Los niños a menudo temen que algo malo les suceda a ellos o a sus seres queridos mientras están separados, lo que les provoca ataques de llanto, resistencia a ir a la escuela o incluso síntomas físicos como dolores de estómago.
Trastorno de pánico
Aunque es menos común en niños pequeños, algunos experimentan ataques de pánico recurrentes, que son episodios breves de miedo intenso acompañados de síntomas físicos, como dificultad para respirar, sudoración o palpitaciones. La mayoría de estos episodios ocurren inesperadamente.
Trastorno de ansiedad social
Los niños con este trastorno tienen un miedo abrumador de ser observados o juzgados por otros en situaciones sociales, como hablar en clase o interactuar con sus compañeros. Esto los lleva a evitar actividades sociales y escolares.
Causas de la ansiedad infantil
La ansiedad infantil casi siempre tiene múltiples causas, muchas veces estas ni siquiera están del todo claras, pero generalmente es una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales:
Predisposición genética
Los niños con parientes cercanos que sufren trastornos de ansiedad tendrán más probabilidades de desarrollar ansiedad, porque existe una predisposición hereditaria que sugiere que los genes juegan un papel importante en la aparición de la ansiedad.
Factores ambientales y familiares
Un ambiente hogareño estresante, caracterizado por conflictos, violencia o abuso, aumenta el riesgo de ansiedad en los niños. La ansiedad también puede surgir si los padres o cuidadores son demasiado protectores o ansiosos, porque están transmitiendo sus propios miedos y preocupaciones al niño.
Eventos estresantes en la vida del niño
La pérdida de un ser querido, el divorcio de uno de los padres, mudarse a una nueva ciudad o comenzar una nueva escuela pueden desencadenar ansiedad. Cualquiera de estas situaciones suponen cambios muy significativos que crean incertidumbre y suelen ser difíciles de manejar para los niños.
Experiencias traumáticas
El abuso físico, emocional o sexual, así como la exposición a eventos traumáticos como accidentes o desastres naturales, pueden generar un estado continuo de alerta y miedo en los niños, contribuyendo al desarrollo de trastornos de ansiedad.
Desequilibrios químicos en el cerebro
El cerebro de un niño con ansiedad suele tener un desequilibrio en neurotransmisores como la serotonina o el cortisol, que influyen en el estado de ánimo y la respuesta al estrés.
Fuerte conexión entre ansiedad y sensibilidad.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad infantil? Síntomas
Debido a su complejidad, la ansiedad infantil se manifiesta de diversas formas, tanto a nivel emocional como físico. Los síntomas más frecuentes son:
- Preocupaciones persistentes:Mostrar preocupación constante y excesiva por una variedad de cuestiones, desde el rendimiento académico hasta la seguridad de los seres queridos.
- Síntomas físicos:Con frecuencia aparecen molestias como dolores de cabeza, dolor de estómago, tensión muscular, sudoración excesiva, dolor en el pecho y dificultad para respirar.
- Problemas para dormir:dificultad para conciliar el sueño, despertarse con frecuencia durante la noche o tener pesadillas.
- Cambios de comportamiento:Presentar irritabilidad, agitación o cambios en el apetito, como comer en exceso o tener poca hambre.
- Dificultades en el desempeño académico y social:Alteración en la capacidad del niño para concentrarse en la escuela, evitación de tareas, desinterés o dificultad para hacer y mantener amigos.
- Ataques de pánico:En algunos casos, los niños pueden experimentar ataques de pánico, acompañados de síntomas físicos intensos como palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar.
¿Cómo identificar la ansiedad en un niño?
Identificar la ansiedad parece más difícil de lo que realmente es, sólo hay que prestar mucha atención a tu hijo y, por supuesto, consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico. Los signos clave a los que debe prestar atención para saber si su hijo posiblemente esté experimentando dificultades con la ansiedad incluyen:
- Cambios en el comportamiento:Por ejemplo, volverse más retraído, evasivo o mostrar irritabilidad y enojo sin una causa aparente.
- Quejas físicas comunes:Presencia de síntomas físicos como dolor de pecho, cabeza o estómago, nerviosismo, movimientos repetitivos, malestar sin causa aparente.
- Evasión de situaciones:Evitar situaciones como asistir a eventos sociales, ir a la escuela o realizar determinadas tareas, incluso salir a jugar.
- Problemas para dormir:Problemas relacionados con el sueño, como insomnio, pesadillas o despertares frecuentes durante la noche.
- Observaciones en la escuela:Cambios en el rendimiento académico o participación en clase del niño.
¿Qué es el Cuestionario de Ansiedad Infantil de CAS?
El Cuestionario de Ansiedad Infantil o CAS es una herramienta de evaluación diseñada para medir los niveles de ansiedad en los niños. Este cuestionario tiene como objetivo ayudar a los profesionales de la salud mental a diagnosticar trastornos de ansiedad y desarrollar planes de tratamiento que sean apropiados y efectivos. Además, proporciona una evaluación estandarizada que puede usarse para rastrear los síntomas a lo largo del tiempo y evaluar la efectividad de las intervenciones terapéuticas.
El cuestionario suele incluir una serie de preguntas que abordan cuestiones como preocupaciones generales, miedos específicos y síntomas físicos. Las respuestas se califican en una escala que refleja la frecuencia e intensidad de los síntomas experimentados por el niño. El CAS puede ser utilizado por profesionales de la salud mental, educadores o incluso padres, según el contexto.
¿Cómo calmar la ansiedad de un niño?
Lo cierto es que no existe una fórmula mágica ni un proceso universal para calmar la ansiedad de un niño, principalmente porque cada niño es diferente y cada uno vive la ansiedad de manera diferente. Sin embargo, calmar la ansiedad de un niño siempre requiere de una combinación de apoyo emocional, técnicas de relajación y estrategias prácticas, por eso te contamos lo que se suele recomendar:
Ofrecer apoyo emocional
Escuche activamente a su hijo y valide sus sentimientos. Asegúrate de que se sientan comprendidos y apoyados utilizando frases como “Entiendo que esto te pone nervioso” para mostrar empatía.
Establecer una rutina
Una rutina estructurada proporciona seguridad y predictibilidad, lo cual es reconfortante. Incluye actividades regulares como horarios de comidas, tiempo de estudio y tiempo de relajación. Enseña a tu hijo a decir la hora con un time teacher y ayúdalo a entender que tiene la capacidad de decidir hasta cierto punto, para que se calme y se sienta en control.
Enséñele técnicas de relajación.
Técnicas simples como la respiración profunda, la meditación guiada o los ejercicios de relajación siempre pueden ayudar a tu hijo a calmarse. Por ejemplo, puedes usar la técnica del semáforo emocional para ayudar a los niños a manejar la ansiedad.
Busca técnicas que se adapten a su edad, recordando que niños y adultos no funcionan de la misma manera.
Involucrarlo en actividades físicas
El ejercicio regular ayuda mucho a reducir los niveles de ansiedad. Actividades como caminar, correr, nadar, artes marciales o practicar deportes en general liberan endorfinas y mejoran el estado de ánimo.
Ayuda a desafiar los pensamientos ansiosos.
Anime a su hijo a identificar y desafiar los pensamientos negativos o irracionales. Trabaje con su hijo para reemplazar estos pensamientos con creencias más realistas y positivas.
Proporciona oportunidades para jugar y divertirse.
Jugar es una excelente manera de reducir el estrés y fomentar la relajación, así que asegúrese de que su hijo tenga tiempo para actividades recreativas y momentos divertidos.
Consulte con un profesional
Si la ansiedad de su hijo es grave o persistente, es necesario buscar ayuda de un profesional de salud mental especializado en niños. Los terapeutas pueden proporcionar estrategias y apoyo adicionales para controlar la ansiedad.
¿Qué debes evitar hacer si un niño tiene ansiedad?
Así como debes tener claro qué hacer para ayudar a un niño con problemas para controlar la ansiedad, también debes saber qué no hacer y te diremos cómo:
- No minimices sus sentimientos:Evita decir cosas como "No hay nada de qué preocuparse" o "Deja de exagerar". Estos comentarios hacen que el niño se sienta incomprendido y aumentan su ansiedad.
- No castigues la ansiedad:No debes castigar ni reprender a tu hijo por su ansiedad. La ansiedad no es un comportamiento que pueda controlarse a voluntad y el castigo sólo empeorará la situación.
- Evite la sobreprotección:Si bien es natural querer proteger a su hijo, la sobreprotección solo reforzará la ansiedad.
- No evite por completo las situaciones que le causan miedo:Si bien es importante ayudar a su hijo a reducir la ansiedad, evitar por completo situaciones que le causen miedo también las empeorará.
- No ignore los síntomas físicos:Nunca subestime los síntomas físicos de la ansiedad, como dolores de estómago o de cabeza.
- No se apresure a recuperarse:Se necesita tiempo para controlar la ansiedad en los niños. Evite apresurar el proceso o esperar resultados inmediatos.
- No haga promesas poco realistas:En lugar de prometer resultados específicos, concéntrese en ofrecer soporte y herramientas prácticas.
Conclusión
En resumen, si bien la ansiedad infantil es una experiencia difícil, con una intervención y comprensión adecuadas, los niños pueden aprender a vivir con ella de manera efectiva, desarrollando habilidades que les serán útiles a lo largo de sus vidas. Al brindar apoyo constante y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, podemos contribuir significativamente al bienestar emocional y al crecimiento saludable de nuestros hijos.