El proceso de amamantar a un bebé tiene más matices de los que la mayoría de nosotros conocemos. No todas las mujeres pueden o quieren amamantar a demanda, ni quieren recurrir a la alimentación completa con biberón, ni están dentro del sinfín de posibilidades que podrían provocar que quieran o necesiten alimentarse con biberón. Existe un método creado específicamente para ser un híbrido entre la lactancia materna más tradicional y la alimentación con biberón. Es el método Kassing y en el siguiente post te contamos todo lo que necesitas saber, desde qué es, para qué sirve y qué ventajas aporta, hasta cómo debe ser la botella.

¿Qué es el método Kassing?

El método Kassing, en definitiva, se puede decir que es una técnica de alimentación con biberón diseñada para imitar el proceso natural de la lactancia materna. Desarrollado por la consultora estadounidense en lactancia Dee Kassing, este método busca minimizar las interferencias que la alimentación con biberón puede causar en la lactancia materna, especialmente en bebés que alternan entre pecho y biberón.

La técnica reproduce características clave de la lactancia materna, como la posición del bebé, el ritmo de alimentación y el esfuerzo necesario para extraer la leche, ayudando a evitar problemas como la confusión entre pezón y tetina.

¿Cual es tu meta?

El principal objetivo del método Kassing es alimentar al bebé de una forma más parecida a cómo lo haría si estuviera amamantado. Esto significa que la alimentación se realiza de forma lenta y controlada, permitiendo que el bebé gestione el flujo de leche y trabaje sus músculos bucales de forma similar a cuando amamanta.

El método también tiene como objetivo prevenir la sobrealimentación y reducir el riesgo de confusión entre la tetina del biberón y el pezón de la madre. Al hacer que el bebé trabaje para obtener la leche, se fomenta la autorregulación, permitiendo que el bebé pare cuando esté satisfecho y evitando que consuma más de lo necesario.

¿Para quién está recomendado?

El método Kassing se recomienda principalmente para bebés que alternan entre lactancia materna y alimentación con biberón, es decir, en casos de alimentación mixta o cuando es necesario suspender temporalmente la lactancia materna directa. Es una técnica especialmente útil para madres que desean mantener la lactancia materna como método principal de alimentación, pero que, por diversos motivos, deben complementar con alimentación con biberón, como reincorporación al trabajo, problemas de prensión o succión, o una baja producción de leche temporal.

También es ideal para padres o cuidadores que desean ofrecer un biberón sin comprometer la capacidad del bebé para succionar del pecho, evitando la confusión del pezón, un problema común cuando los bebés no necesitan esforzarse para obtener leche del biberón. Además, es beneficioso para quienes deseen mantener una alimentación más lenta y controlada, procurando que el bebé no consuma más de lo necesario.

Beneficios del método Kassing

Optar por seguir el método Kissinger para la lactancia materna trae beneficios como:

Respeto por el ritmo natural de alimentación.

Permitir que el bebé controle el flujo de leche promueve una alimentación más lenta y rítmica, similar a la lactancia materna. Esto reduce el riesgo de atragantamiento, ya que el bebé puede tomarse su tiempo para respirar y succionar de forma controlada.

Promueve la autorregulación

El método permite que el bebé se detenga cuando está lleno, evitando la sobrealimentación que es común cuando se usa un biberón tradicional. Esto ayuda al pequeño a desarrollar una relación saludable con la comida desde una edad temprana.

Fortalecimiento de los músculos bucales

Al imitar el esfuerzo que debe realizar un bebé al succionar del pecho, el método Kassing contribuye al correcto desarrollo de los músculos faciales y de la cavidad bucal, importante para su desarrollo a largo plazo.

Menos confusión entre pezón y tetina

Al seguir un patrón de alimentación similar al del pecho, se minimiza la posibilidad de que el bebé rechace el pecho o se confunda entre alimentación con biberón y lactancia materna. Una pieza clave para las madres que deseen mantener la alimentación mixta o retomar la lactancia después de haber introducido el biberón.

Contacto emocional y físico

Este método promueve un contacto cercano entre el bebé y su cuidador, manteniendo el contacto piel con piel y visual, lo que fortalece el vínculo emocional, tal como ocurre durante la lactancia.

¿Cómo realizar el método Kassing?

Implementar el método Kassing no es muy difícil, pero sí requiere tener ciertas pautas claras. Estos son:

Coloque al bebé en posición vertical.

A diferencia del método tradicional de alimentación con biberón, donde el bebé suele estar semireclinado o tumbado, en el Método Kassing es fundamental que el bebé esté lo más erguido posible, con la cabeza y el cuello bien apoyados.

Estimula el reflejo de búsqueda.

Antes de introducir el pezón, roza suavemente con él los labios del bebé para activar su reflejo de búsqueda. Esto imita lo que haría el bebé cuando busca el pecho y lo prepara para comenzar a succionar de forma natural.

Ofrecer la botella en posición horizontal.

En lugar de inclinar el biberón para que la leche fluya fácilmente, mantenlo en posición horizontal. Esto obliga al bebé a succionar la leche, tal como lo haría cuando amamanta. Asegúrese de que el pezón esté lleno de leche para evitar que el bebé trague aire.

Tome descansos regulares

Cada 20 a 30 succiones retirar brevemente el biberón. Esto le da tiempo a su bebé para respirar y procesar si está lleno o necesita más leche. Si su bebé continúa alcanzando el pezón, puede continuar alimentándolo. Si no, habrá terminado de alimentarse.

Introducir el pezón completamente en la boca del bebé.

El pezón debe insertarse lo más profundamente posible, imitando la forma en que un bebé se prendería al pecho, para garantizar que abra bien la boca y active los músculos necesarios para una succión adecuada.

Observa las señales del bebé

A lo largo de la alimentación, preste atención a los signos de saciedad. Si su bebé comienza a disminuir la velocidad o a alejarse del pezón, es posible que ya esté lleno. No lo obligues a terminar el biberón si ya no tiene hambre.

Características de la botella para realizar el método Kassing

Ya tienes una idea de cómo implementar el método Kassing, pero para que sea efectivo es fundamental elegir un biberón que favorezca este tipo de alimentación. Es decir, debe contar con lo siguiente:

Forma recta de la botella.

Es importante que la botella quede recta y no curvada. Los biberones curvos hacen que la leche fluya más rápido por gravedad, lo que reduce el esfuerzo que debe hacer el bebé para succionar. Un biberón recto permite al bebé controlar el flujo de leche.

Pezón fisiológico

El pezón debe ser largo, redondo y tener un flujo lento para imitar la forma y el comportamiento del pezón de la madre. Un pezón largo llega al punto de contacto entre el paladar duro y blando del bebé, lo que favorece una succión más natural. El flujo lento asegura que el bebé trabaje para extraer la leche, tal como lo haría cuando succiona del pecho.

Material de la tetina

Opte por tetinas de silicona o de un material similar, que imiten tanto la textura como el tacto del pezón. Esto facilita la transición entre el pecho y el biberón, ayudando a reducir la confusión entre tetina y tetina.

Consejos para realizar el método Kassing

Finalmente, para que puedas implementar con éxito este método, si es lo que buscas, queremos dejarte los siguientes consejos:

Ten paciencia y mantén la calma.

Este método fomenta una alimentación lenta y controlada, similar a la lactancia materna. No apresure la alimentación ni intente que su bebé termine el biberón rápidamente. Es fundamental respetar el ritmo natural de tu bebé y permitirle gestionar el flujo de leche a su manera, atento a los signos de saciedad.

Asegura una posición erguida

Es la posición erguida la que ayuda al bebé a controlar mejor el flujo de leche y minimiza el riesgo de que fluya demasiado rápido, evitando atragantamientos o molestias.

Observa las señales del bebé

Es importante prestar atención a las señales que indican que el bebé ha comido lo suficiente. Si comienza a disminuir la succión o se aleja del pezón, probablemente esté lleno. Nunca lo obligues a seguir comiendo.

Mantener un contacto físico cercano

Incluso si le estás dando el biberón, no descuides el vínculo. Mantenga el contacto piel con piel y el contacto visual siempre que sea posible, ya que esto fortalece la conexión emocional entre el bebé y el cuidador, imitando la cercanía que se produce durante la lactancia.

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Conclusión

En conclusión, el Método Kassing es una forma eficaz de alimentar con biberón sin comprometer la lactancia materna, proporcionando a cualquier bebé una experiencia más natural y controlada. Con la técnica adecuada y el equipamiento adecuado, el Método Kassing es una opción increíblemente útil para aquellas madres que desean alternar entre pecho y biberón de una forma respetuosa y sin estrés para el bebé.